domingo, 22 de noviembre de 2015

Disección de un ojo de cordero


TEORÍA:

Los ojos son fotorreceptores que transforman la luz en impulsos nerviosos. Están situados en las cavidades orbitarias del cráneo. Cada uno está formado por un globo ocular, anejos oculares de protección (cejas, párpados, pestañas, ...) y vías ópticas. En él se insertan seis músculos (cuatro rectos y dos oblicuos) que permiten el movimiento.
La capa más externa del globo es la esclerótica. En ella se insertan los músculos, y su parte anterior es la córnea. Bajo ella está la coroides, muy vascularizada para alimentar a la retina, que es la capa interior fotosensible, que contiene las células receptoras, conos y bastones. La información se traslada al cerebro por el nervio óptico.
La cantidad de luz que alcanza la retina está regulada por el iris, y la imagen se proyecta con nitidez gracias al cristalino, que varía su grosor mediante los músculos ciliares. En el interior del globo se encuentran el humor vítreo y el humor acuoso, transparentes para dejar pasar la luz hasta la retina.






PRÁCTICA


Se extrae toda la grasa que envuelve el ojo, con cuidado de no cortar el ojo ni el nervio óptico.  
                                                                                                

Con el bisturí abrimos el ojo en dos.

Al abrirlo, observaremos su interior y por lo tanto veremos el cristalino rodeado de una especie de gelatina transparente.                                                       


Se verán dos partes, una con colores azul metalizado, y otra de un color azul claro. Se intentan extraer ambas partes



















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