TEORÍA:
Los ojos son
fotorreceptores que transforman la luz en impulsos nerviosos. Están situados en
las cavidades orbitarias del cráneo. Cada uno está formado por un globo ocular,
anejos oculares de protección (cejas, párpados, pestañas, ...) y vías ópticas.
En él se insertan seis músculos (cuatro rectos y dos oblicuos) que permiten el
movimiento.
La capa más externa
del globo es la esclerótica.
En ella se insertan los músculos, y su parte anterior es la córnea. Bajo
ella está la coroides,
muy vascularizada para alimentar a la retina,
que es la capa interior fotosensible, que contiene las células receptoras, conos y bastones.
La información se traslada al cerebro por el nervio óptico.
La cantidad de luz que
alcanza la retina está regulada por el iris,
y la imagen se proyecta con nitidez gracias al cristalino, que varía su grosor
mediante los músculos
ciliares. En el interior del globo se encuentran el humor vítreo y
el humor acuoso,
transparentes para dejar pasar la luz hasta la retina.
1º Se extrae toda la grasa que envuelve el ojo, con cuidado de no cortar el ojo ni el nervio óptico.
2º Con el bisturí abrimos el ojo en dos.
3º Al abrirlo, observaremos su interior y por lo tanto veremos el cristalino rodeado de una especie de gelatina transparente.
4º Se verán dos partes, una con colores azul metalizado, y otra de un color azul claro. Se intentan extraer ambas partes
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